Benidorm fascina todo el año. La innegable popularidad de sus playas se enriquece con diversas opciones turísticas destinadas al ocio y disfrute de toda la familia. Es difícil resistirse al atractivo de las Playas de Levante, Poniente, o el Albir; ni al encanto de la Cala del Mal Pas, o del Tío Ximo. Tanto si quieres bañarte en una inmensa playa de arena blanca, como en una recóndita cala, o sumergirte y hacer submarinismo, en Benidorm podrás hacerlo.
Pasear por su casco histórico es todo un deleite para los sentidos. El entramado de calles que lo conforman ofrece una variada oferta comercial, a la altura de todos los bolsillos. Un recorrido que conduce al increíble Balcón del Mediterráneo: una experiencia recomendable tanto en verano como en invierno.
Rica y diversa gastronomía. Esta ciudad costera cuenta con restaurantes típicos donde saborear productos de la zona, así como también es frecuente toparse con rótulos de las franquicias más reconocidas a nivel internacional.
Esta ciudad emana alegría y diversión por doquier. En cualquier época del año podrás disfrutar de una terraza y buena música en vivo. Por su parte, la gran oferta hotelera de la ciudad suele disponer de su propia planificación cultural; a fin de ofrecer una experiencia integral a sus clientes. Los pequeños de la casa también tienen un lugar preferencial en Benidorm. Además de sus playas y grandes parques, Terra Mítica y Aqualandia son de obligada visita para este exigente público.
Una ciudad cosmopolita rodeada de naturaleza. Cuando te acercas a Benidorm, desde la lejanía puedes vislumbrar sus característicos rascacielos. La última joya de la arquitectura que acoge esta turística ciudad es el Intempo Sky Resort. Un edificio que, con sus 202 metros de altura y 47 plantas, se ha erigido como el edificio residencial más alto de Europa. Y es que, otra peculiaridad de esta ciudad levantina es que gran parte de sus edificaciones desafían los límites de la verticalidad. No en vano, Bernidorm es la segunda ciudad con más rascacielos de España, solo superada por Madrid. Otros monumentales ejemplos son el Hotel Bali, con 186 metros, o la Torre Lúgano, de 147 metros.