Seguros de Responsabilidad civil

Existen diferentes tipos de seguro de responsabilidad civil dependiendo de las necesidades de cobertura:

• R.C. General: protege el patrimonio del asegurado ante la obligación de indemnizar a un tercero por los daños y perjuicios ocasionados, de cuyas consecuencias sea civilmente responsable. Está dirigida a todo tipo de Instituciones Financieras con independencia de su tamaño y forma jurídica.
• R.C. Medioambiental: protege el patrimonio de las empresas responsables de causar daños al medioambiente. Esta responsabilidad se extiende a empresas cuya actividad industrial está recogida en la Ley 26/2007 de Responsabilidad Medioambiental.
• R.C. para Profesionales y Autónomos: Estas pólizas brindan protección cuando se presentan daños a terceros que se derivan de la actividad comercial o profesional. Las coberturas varían según los requerimientos y la actividad de la persona o empresa. Pueden incluir las fianzas, costes judiciales y derivados, la defensa personal y reclamación de daños, reclamaciones en contratos de servicios y defensa, entre otras coberturas.
• R.C. para Pymes: La responsabilidad civil para Pymes brinda una cobertura de daños a terceros cuando estos daños sean producto de la actividad empresarial. Estos seguros cubren indemnizaciones y gastos de defensa derivados y además protegen al propietario y a los empleados cuando un tercero se ve afectado por la actividad profesional.
• R.C. para Directivos y Administradores (D&O): El seguro D&O va dirigido a todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño (desde pymes hasta grandes corporaciones), de su forma jurídica (SA, SL, fundaciones, asociaciones, etc.) y de su actividad. En concreto, se dirige a altos cargos, juntas de gobierno y miembros de la dirección de la empresa que quieren proteger su responsabilidad personal y cubrir su patrimonio frente a reclamaciones de terceros, gestionando las consecuencias económicas ante posibles procesos de defensa y reclamación que pudieran recibir.

Este tipo de seguros no es obligatorio pero es altamente recomendable para poder responder ante imprevistos sin caer en bancarrota o tener que entregar los ahorros y el patrimonio.

Y es que el daño a terceros puede significar una indemnización económica o incluso un enfrentamiento judicial. En ambos casos, es posible que se requiera el pago de una gran cantidad de dinero que afecte el patrimonio de una persona o los activos y el capital de una empresa.

• Responsabilidad civil de explotación, que afecta a la actividad de la empresa
• Responsabilidad civil inmobiliaria, que se contrata sólo cuando el tomador/asegurado es inquilino del riesgo
• Responsabilidad civil locativa, es aquella que afecta al local
• Responsabilidad civil de productos y post-trabajos, que afecta a los trabajos realizados
• Responsabilidad civil por accidentes de trabajo, que afecta a los empleados que puedan tener un accidente laboral
• Responsabilidad civil medioambiental, que afecta a daños producidos a la naturaleza